QUÉ ES LA ORACIÓN
Etimológicamente:Del griego “dé'sis”, que significa "súplica", "oración". Usualmente indica una oración que pide un beneficio especial (Lc. 1:13; Ro. 10:1; Fil. 1:19; etc.). Supone que existe una relación correcta entre el suplicante y su Creador, o que debe restaurarse dicha relación.
Del griego “proseuje”, que significa "oración", "intercesión". Es la oración con sentido más general (Mt. 21:13; Lc. 6:12; Hch, 1:14; Ef.1:16; 1 P. 3:7; etc.).
Según Elena G. de White:
“La oración es el canal que conduce hasta el trono de Dios nuestra gratitud y los ardientes deseos de nuestra alma por recibir la bendición divina, y que nos llega en retribución como la lluvia refrescante de la gracia divina”[3].
“La oración es un alivio y un consuelo para el alma perturbada...”[4].
“Orar es el acto de abrir nuestro corazón a Dios como a un amigo. No es que se necesite esto para que Dios sepa lo que somos, sino a fin de capacitarnos para recibirlo. La oración no baja a Dios hasta nosotros, antes bien nos eleva a él”[5].
“…la oración es la llave en la mano de la fe para abrir el almacén del cielo, en donde están atesorados los recursos infinitos de la Omnipotencia”[6].
CARACTERÍSTICAS DE LA VERDADERA ORACIÓN
1. Debe ser bien hecha.- “Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles…” (Mat. 6: 7). Es decir, bien dicha y pronunciada, pidiendo con criterio. “La oración, si se hace de una manera apropiada, es un poder para el bien”2. Debe ser sencilla y no ostentosa.- “Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar…para ser vistos de los hombres…” (Mt. 6:5).
3. Debe ser una oración de fe.- La Palabra de Dios dice: “Acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe (Heb. 10: 22) . "Pero sin fe es imposible agradar a Dios" (Heb. 11: 6).
“No puede haber verdadera oración sin verdadera fe. La oración y la fe son los brazos por medio de los cuales el alma se abraza del amor infinito, y se toma de la mano del poder celestial… La fe es un poder activo y dinámico. La fe en Cristo, cuando comienza a manifestarse, se revela mediante la oración y la alabanza.”
4. Debe considerar la voluntad de Dios.- Para que la oración sea respondida es esencial que el pedido esté en armonía con la voluntad de Dios. El suplicante debería orar según el ejemplo de Cristo: "Si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye" (1 Jn. 5:14). "Pero no sea como yo quiero, sino como tú" (Mat. 26:39). "Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre… para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria…” (Efesios 3: 14, 16).
“Una oración ferviente ofrecida con corazón contrito por alguien que desea hacer la voluntad del Maestro, tiene más valor para Dios que su elocuencia...”
5. Debe ser ofrecida a Dios en el nombre de Cristo.- “Y todo lo que pidieres al Padre en mi nombre, lo haré…” (S.Juan 14:13). “Si algo pidieres en mi nombre, yo lo haré” (S. Juan 14: 14).
Como es notorio, el arrodillarse o estar de pie al orar no es un requisito. Tal vez sí se podría entender que la persona se arrodilla para orar como señal de humildad y reverencia.
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